sábado, 16 de mayo de 2015

Modo autómata ON





Este post va dedicado a todos y cada uno de los estudiantes que aún seguimos vivos. 









Son ellos. Los valientes , los que no se desaniman ante lo que les queda por delante con escaso tiempo. 
Acostumbrados a ni siquiera oír el sonido de Jack el Despertador porque mucho antes , ya están despiertos. Hace pocas horas que decidieron irse a dormir con remordimientos, pero no importa. No existe el dolor. 
Insomnes como autómatas. 
Muchos se quedaron ya por el camino exhaustos, sin fuerzas y sin ganas de continuar. Es fuerte la tentación, cada vez más atractiva la opción de dejarlo todo cuando el cansancio vence. 
Ellos abandonan de sus mentes esa idea, absurda idea. Su entorno más cercano se torna incomprensible, y su recíproco. 
Falta poco para acabar, muy poco. El calor es insoportable y el exterior está ahí, a un paso. " No pensemos en eso, centrémonos" suelen decirse a sí mismos mientras , fuera, la otra realidad puede casi tocarse con la punta de los dedos ahora ocupados por bolígrafos o teclas. Su único paisaje: una mesa llena de hojas emborronadas que pronto quedarán en el olvido. Ahora, inamovible, el orden dentro del caos. 
En un mes, para bien o para mal, todo habrá terminado y podrán volver a sus rutinas. No hay tiempo para pararse en nimiedades, queda mucho por hacer. 
Los incomprendidos autómatas continúan con la secuencia prefijada. Del trabajo a los libros, de los libros al trabajo. Quizás , algún breve escarceo en el mundo real, pero muy breve. Al lado, o de lado, sus sufridores si existen, que los observan, o no, con hastío. 

" Falta poco, falta poco, pensándolo bien , falta poco y merece la pena un ultimo esfuerzo" como un mantra. ¿ Creible?¿ Demostrable? Tal vez no, pero es lo que hay. 

Los incomprendidos autómatas seguimos ahí , casi derrotados. Falta poco... 



domingo, 3 de mayo de 2015

A través del espejo







Me encanta Carroll, pero he de reconocer que saca mi parte más absurda. 
Esto es el resultado que corrobora lo dicho.












" ¿ Te gustaría vivir en la casa del espejo , gatito ? " 

Llevo todo el fin de semana entrando y saliendo de la casa del espejo , lo que no sé a ciencia cierta es de cuál de ellas. Desde cada una se ve un trozo de todas las demás. Solo un pedacito , suficiente para que no pueda resistirme a entrar a curiosear. 

Las he visitado todas , al menos todas las que estaban a mi alcance; sin adentrarme en caminos tortuosos, eso no. Solamente empezar una partida de ajedrez quizás con un gambito de dama , en algunas , y viéndolas venir , en otras , según lleve o no la iniciativa. Jugar con negras tampoco me desagrada.  Ahí las he dejado todas , a medias. 

Acabo de darme cuenta de que, en realidad, es un solo espejo: el que rompí ayer sin querer. Dicen que un espejo roto trae siete años de mala suerte; no me lo creo, lo que trae mala suerte es creer en supersticiones. A más espejos, más posibilidades. 

"¡ Juguemos a que tu eres la reina roja, minino !" Y me encuentro hablando sola, al gatito le dio pánico pasar. Lo estoy viendo reflejado en alguno de los espejos que me rodean, esperándome allí ronroneando. Ya iré cuando acabe de jugar a mi juego. 

C' est la vie. No hay más. 

Tras el espejo está nublado ahora y yo, haciendo un poco de nada, ya estoy eligiendo el próximo espejo que atravesaré. No me importa no poder volver al inicio  , ni perderme entre mis propios reflejos ; es más , me atrae esa idea. Estoy observando a mis otros " yo" sin que se den cuenta; ¡ qué divertido! Mucho más que ganar fácilmente al ajedrez respondiendo con negras. 

Desde algún lado de mi reflejo, pienso que hacer esto de vez en cuando no está tan mal . Inspirador , Sr. Carroll.